Maksharip Áushev, un defensor de los derechos cívicos en la república de Ingusetia y asesor en la institución del Defensor del Pueblo de Rusia, fue asesinado ayer cuando conducía un coche por una carretera de la región, siendo alcanzado por ráfagas de metralleta.
Áushev se había destacado por su firme oposición al ex-presidente Murat Ziázikov, cuya gestión se caracterizó por la arbitrariedad, violencia e impunidad de los órganos del orden público.
Esta muerte se suma a una la larga lista de activistas de Organizaciones no Gubernamentales y políticos de oposición que han sido víctimas de la violencia en esta conflictiva región de la Federación Rusa.
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