Según informó esta instituión académica a diversos medios, el pasado lunes se iniciaron los actos con una exhibición bibliográfica en memoria de los mártires jesuitas en la biblioteca de la UCA, en la capital salvadoreña.
Además, están previstos varios actos culturales entre los que se inluyela proyección de los documentales 'Chile', de Patricio Guzmán, y 'Mártires de la UCA: la lucha incesante', de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia. En otras actividades se presentarán al público los libros 'A los 30 años del martirio de monseñor Óscar Arnulfo Romero, Conversión y Esperanza' y 'La Religión en El Salvador'. Los actos de aniversario se cierran el 16 de noviembre, con una misa en un estacionamiento del campus de la UCA.
Los hechos
Los jesuitas asesinados el 16 de noviembre de 1989 fueron los españoles Ignacio Ellacuría, entonces rector de la UCA y prominente defensor de la Teología de la Liberación, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes, Amando López, Juan Ramón Moreno, el salvadoreño Joaquín López, así como la empleada doméstica Elba Ramos y su hija Celina.
La matanza, una represalia por la posición crítica de los sacerdotes, fue perpetrada por miembros del batallón Atlacatl del ejército salvadoreño, en el marco de una ofensiva sobre la capital de la guerrilla del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN). Esta organización se transformó luego en partido político y desde el 1 de junio de 2009 gobierna en El Salvador.
En 1991, fueron juzgados nueve militares, entre ellos el director de la Escuela Militar de San Salvador, el coronel Guillermo Alfredo Benavides, que fue culpado de todos los crímenes, pero en 1993, quedó libre con una ley de amnistía.
En 2009 la APDHE interpuso una querella junto con el Center for Justice and Acountability (CJA) contra los presuntos autores. A día de hoy hay 14 imputados por crímenes contra la humanidad y terrorismo, entre los que se incluye el General Ponce, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, y el General Rafael Humberto Larios, ex Ministro de Defensa.
En Centroamerica hemos sido objeto de violencia por parte de los asuntos politicos, las universidades Jesuitas siempre han intentado y lo han logrado en ocasiones a ayudar a la administración de los estados, sin embrago siempre salen perjudicadas, ya es momento de decir basta a la violencia.
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